Otro platillo que no me queda nada mal (y vuelvo a decir que hago lo que puedo en la cocina porque sólo soy aficionado) es el pollo guisado con champiñones y acompañado de arroz.
Aceite de Oliva virgen extra
Ajo
Ajo
Cebolla (bien troceada se sofríe un poco antes de añadir el pollo)
Pollo (se "salpimenta" a gusto y se añade a la cazuela para rehogarlo un poco hasta que empiece a blanquear).
[Yo prefiero utilizar muslos y contramuslos en lugar del pollo entero troceado, porque son las partes más jugosas. Y si es pollo de corral, que se reconoce por tener la piel amarilla en lugar de blanca, y una carne algo más oscura, queda todavía más rico, aunque tardará en cocinarse un poquito más. Para aquellos que no quieran que el guiso tenga tanta grasa pueden optar por quitarle la piel al pollo].
Vino blanco
Champiñones (laminados, o enteros, a gusto de cada cual)
[Para los que sean un poco "impostores" y quieran ahorrarse trabajo, pueden utilizar unos champiñones de lata, y para aquellos que prefieran los champiñones frescos frescos, pues que los limpien bien y los pelen un poquito si tienen la piel rugosilla]
Sal
Tomillo (le da un aroma muy agradable)
Perejil
Caldo de pollo (cubrir el pollo con vino blanco y caldo a partes iguales, el vino lo hemos echado un poco antes para que pierda el alcohol)
Arroz (como simplemente va a ser guarnición para el pollo guisado, con hervirlo con sal, y un toquecillo de ajo y aceite si se quiere, será suficiente: la salsa del pollo al empapar el arroz hará el resto).
Tiempo de cocción: en olla convencional a fuego lento unos 30 a 45 minutos (como dependerá del tamaño de los trozos de pollo, y del tipo de pollo, no hay nada como probar hasta que esté al gusto del consumidor).
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