lunes, 7 de diciembre de 2009

Rincones de Madrid: El Parque del Oeste

Uno de mis rincones favoritos de Madrid es el Parque del Oeste, en Moncloa, a una calle de la Ciudad Universitaria.


Me gusta sobre todo porque en medio de una ciudad con millones de personas, llena de tráfico y ruido, puedes "escaparte" de todo y relajarte en mitad de la naturaleza y olvidarte por un rato de que estás en la ciudad, escuchando a los pájaros, el rumor del agua, el viento en las hojas de los árboles y nada más.


El Parque del Oeste fue proyectado a finales del siglo XIX e inagurado a principios del XX, según el modelo de Parque Público Paisajista imperante en el momento y como estrategia del Ayuntamiento de Madrid para mejorar la calidad del aire e higiene de la ciudad. No en vano se planta una gran cantidad de coníferas, como Cedros y Pinos, por tener hoja perenne y un agradable olor.

 


La plantación de los árboles es libre, alternando diferentes especies y portes, y combinando plantas de hoja caduca con plantas de hoja perenne. El trazado de los caminos y paseos es sinuoso, intentando huir de la geometría ortogonal y de ejes. El arroyo en mitad del parque y la propia topografía del lugar ayudan a aumentar la sensación de estar en plena naturaleza, aunque haya sido fruto del proyecto del hombre. En su momento el tranvía de Madrid pasaba por él.

 

Durante la Guerra Civil Española, el parque formó parte de la línea del frente del asedio al que las tropas nacionales del general Franco sometían a la capital de la República, que pasaba por la Ciudad Universitaria. Hoy en día aún se conservan un par de "búnkers" de hormigón de la época. La mayor parte de las especies vegetales plantadas en el origen del Parque desaparecieron fruto del fuego de los combates y tuvieron que ser replantadas después de terminada la guerra.


Hoy en día es considerado un jardín histórico, y tiene algo más de 100 hectáreas de tamaño al contar con las incorporaciones más tardías de La Rosaleda y El Parque de La Montaña (donde se encuentra el Templo de Debod, cedido por Egipto a España cuando se construyó la presa de Asuán).









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