jueves, 22 de abril de 2010

Déficit, deuda, IVA, PIB ...

En estos tiempos de crisis que nos tocan pasar, leémos y oímos por todas partes (prensa, televisión, radio ...) diversos "palabros" y conceptos económicos, las más de las veces bastante liosos para los que no somos profesionales de la economía.

Uno de los que más se oyen últimamente es el de déficit (referido a déficit público o también llamado déficit presupuestario), entre otras cosas porque con la crisis se ha elevado el déficit de España muy rápido. En pocas palabras: el déficit es la situación de las cuentas del Estado (gobierno central + comunidades autónomas + municipios) en la que los gastos son mayores que los ingresos.

El déficit se expresa como un ratio sobre el PIB. Hace unos años en España las cuentas del Estado tenían súperavit (o sea, justamente lo opuesto a déficit, es decir, que los ingresos eran mayores que los gastos). En 2007 había un súperavit del 2,2% del PIB (referencia). En cambio en 2009 las cuentas del Estado se cerraron con un déficit del 11,2% del PIB (referencia eurostat).

El PIB es el Producto Interior Bruto, es decir, el valor monetario total de la producción corriente de bienes y servicios de un país durante un período (normalmente durante un año, o trimestre); para que nos entendamos es algo así como la cantidad de dinero o riqueza que genera un país al fabricar o vender cosas (referencia).

El PIB se puede expresar por una cantidad de millones de euros (por ejemplo, según Eurostat, la oficina estadística de la Unión Europea, el PIB nomimal de España en 2009 fue de algo más de 1,1 billones de euros)(referencia), o por la variación porcentual respecto al año anterior. Cuando la variación de un año a otro es un porcentaje positivo eso indica que "se ha conseguido" más dinero y por tanto la economía del país "va bien" y crece, mientras que cuando la variación es negativa significa que "se ha conseguido" menos dinero y la economía "no va tan bien" y decrece (o sea, que se está en crisis, esto es dos o más trimestres consecutivos en negativo) (referencia). Por ejemplo, según datos del INE (el Instituto Nacional de Estadística) la variación del PIB de España en 2007 fue del +3,6% ("crecimiento") mientras que en 2009 fue del -3,6% ("crisis") (referencia),(referencia trimestral).


La deuda (referida a deuda pública) es la cantidad de dinero que el Estado debe a particulares (o empresas, por ejemplo bancos) o a otros países. El Estado contrae la obligación de devolver la cantidad de dinero prestada en un determinado plazo de tiempo y pagando un determinado interés (referencia). La deuda puede expresarse como una cantidad total de millones de euros y también como un ratio sobre el PIB. Por ejemplo, la deuda de España en 2007 era el 36,2% del PIB,  en 2009 había subido al 55,2%  (Italia, por ejemplo cerró el 2009 con una deuda del 115,8%) y se prevé que en 2012 suba al 74,3% (referencia 1), (referencia 2), (referencia 3), (referencia 4). Dentro de lo que cabe, España ni tiene el déficit más alto de la Unión Europea, ni tiene la deuda mayor.

Un ejemplo muy cercano: si pensamos en una familia, la deuda sería la hipoteca (y otros créditos si los tuviera), o sea, el dinero que debe; mientras que el déficit serían los números rojos en la cuenta corriente (o sea, que el sueldo no llega para pagar tantos gastos, facturas, la letra de la hipoteca, etc.). En pocas palabras, tener déficit no es algo bueno (sobre todo si es un déficit grande y prolongando) y endeudarse demasiado tampoco (aunque tampoco pasa nada por tener deudas en cantidad razonable si se pueden ir pagando sin problemas). Todos los economistas están de acuerdo en que hay que reducir el déficit sí o sí.

Una de las consecuencias de tener un déficit elevado es que el Estado tiene que pagar un interés más alto por el dinero que le prestan, porque quienes prestan el dinero tienen menos seguridad en que se les pueda devolver. Es por esto que el Estado tiene que tomar medidas para reducir el déficit (y en un plazo más largo reducir también la deuda). Las medidas que se pueden tomar para reducir el déficit son a priori de lógica (pensemos en el ejemplo de la familia) hay que reducir los gastos o hay que intentar ingresar más dinero (o las dos cosas a la vez).

En el caso del Gobierno de España actual se ha optado por las dos medidas a la vez. Por un lado recortar el gasto público (en 4 años, entre 2010 y 2013 hay que reducir el déficit al 3%, y el Gobierno intentará recortar gasto en 50.000 millones de euros, de los cuales 40.000 corresponden al gobierno central y los otros 10.000 a las comunidades autónomas y municipios). En esta cuestión los economistas, con un punto de vista u otro, están de acuerdo, hay que gastar menos (porque se tiene menos dinero). También es cierto que a la hora de recortar gasto hay que hacerlo con cuidado para no retirar demasiado pronto partidas económicas que puedan servir de ayuda en la recuperación económica.

Por otro lado el Gobierno intentará ingresar más dinero en las arcas del Estado (en esto los economistas también están de acuerdo) y ha optado por subir ciertos impuestos, entre ellos el IVA (además se elimina la deducción de 400 euros del IRPF, o sea el impuesto sobre la rentas del trabajo, y las rentas del ahorro tributarán un poco más). Aquí es donde los economistas con un punto de vista u otro no se ponen de acuerdo: a priori (y teóricamente) esta subida de impuestos permitiría ingresar casi 10.000 millones de euros más al año, sin embargo algunos economistas piensan que subir los impuestos, y en concreto subir el IVA, supondrá un descenso en el consumo (al costar un poco más caras las cosas) y por tanto no ayudará a superar la crisis (y además si se consume menos el aumento en los ingresos puede ser menor que el esperado) (referencia 1), (referencia 2). De hecho esos mismos economistas sostienen que puede ser más interesante bajar los impuestos para así intentar reactivar el consumo y reactivar la economía. Veremos que pasa.

El IVA es el Impuesto sobre el Valor Añadido, es un impuesto indirecto (frente al impuesto directo que sería el impuesto sobre las rentas del trabajo, o IRPF, que cada persona debe pagar directamente a Hacienda, de acuerdo a su nivel de ingresos); se dice indirecto porque el consumidor final de un bien se lo paga al vendedor, y será el vendedor el que luego se lo pagará a Hacienda (referencia).

En España hay tres tipos de IVA:

IVA general, actualmente es el 16%, y a partir del 1 de julio de este año pasará a ser el 18%. Este se aplica por ejemplo a un disco, un ordenador, ropa, calzado, electrodomésticos (lavadora, televisor, ...), herramientas, un coche, etc.

IVA reducido, actualmente es el 7%, y a partir del 1 julio de este año pasará a ser el 8%. Este se aplica básicamente a alimentos, productos sanitarios, transporte de viajeros, hostelería, vivienda, servicios para agricultura o ganadería (veterinario), servicios de recogida de basuras, entradas (cine, teatro, ....), etc. A partir del 1 de julio se aplicaría este IVA a la rehabilitación de viviendas (actualmente es el 16%).

IVA súperreducido, es el 4% y no cambia. Este se aplica a alimentos muy básicos (pan,  harina, leche, queso, huevos, frutas, verduras, hortalizas, legumbres), libros, periódicos, medicamentos, ciertas viviendas de protección oficial, etc.

Podeis ver las tasas de IVA de los países europeos aquí, (por ejemplo en Alemania el IVA general es el 19% y el reducido es el 7%, no hay súperreducido).


Veamos varios ejemplos de  como puede cambiar el precio de un producto con la subida del IVA:

El pan o las verduras no subirán. Un kilo de pollo, que ahora puede costar 2,50 euros (sin el 7% de iva serían 2,34 euros aprox.), pasaría a costar 2,53 euros el kilo. Un  "bonobús" de 10 viajes que ahora cuesta 9 euros (metrobús Madrid) (sin el 7% de iva serían 8,42 euros), pasaría a costar 9,09 euros.

Una videoconsola portátil de 150 euros (sin el 16% de iva serían 129,3 euros), pasaría a costar 152,6 euros. Un televisor LCD de 32" que ahora cuesta 600 euros (sin el 16% de iva serían 517,3 euros aprox.), pasaría a costar 610,4 euros. Un coche de 18.000 euros (sin el 16% de iva serían 15.518 euros), pasaría a costar  18.311,24 euros.

Objetivamente lo cierto es que los precios subirán un poco, aunque no mucho, esperemos que no se dañe el consumo y que la economía vaya mejorando.





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