Marià Castelló es un joven arquitecto, nacido en Sant Francesc en 1976, que tiene la singularidad de ser el primer natural de la isla de Formentera que se licencia en Arquitectura.
Hace unas semanas tuve la suerte de descubrir esta obra suya, en Es Pujol de s'Era (Formentera) que es además su estudio y su casa. Esta obra ganó el certamen Ópera Prima 2006, del Colegio Oficial de Arquitectos de las Islas Baleares. No puedo decir otra cosa más que muy elegante.
El proyecto se desarrolló entre 2002 y 2004 y la construcción entre 2004 y 2006. La casa tiene una superficie interior de 144 m2 y ocupa una superficie de terreno de 201 m2. Está orientada norte-sur. Tiene una sola planta e intencionadamente "se deposita" sobre el terreno casi sin tocarlo y pareciendo que levita sobre él (retranqueando la cimentación). Está construída con bloques de termoarcilla revocados y pintados en blanco y forjados de hormigón armado. El cerramiento es de vidrio y madera de iroco. La misma madera se utiliza para realizar las divisiones interiores y los muebles. Toda la casa es una armonía mínima, sencilla, cuidada y luminosa de blanco e iroco.
La casa se encuentra en mitad del campo, hacia el norte muros de piedra y campos de trigo y cebada, hacia el sur un bosquete de enebros, romeros y sabinas (que son el mismo jardín de la casa). Por el norte es por donde se encuentra la principal vía de acceso. La casa se divide claramente en dos mitades, el estudio al norte y la vivienda al sur, separadas por un bloque de servicios, iluminado cenitalmente, realizado en madera de iroko, justo en la mitad, donde se integran librerías, armarios, baño, cocina y hasta las camas escamoteables, así como dos paredes correderas de iroko.
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