Cuando se habla de tipos de gasóleo no hay que confundir los tres tipos identificados con las letras A, B y C que se venden en España, con los tipos de gasóleo según su contenido en azufre. Otro tema a parte es el del biodiésel (que es un biocarburante de origen vegetal, aunque para usarse en los motores convencionales sin requerir modificaciones, se emplea una mezcla donde el 20% es biodiésel y el 80% diésel de petróleo), que no voy a tratar hoy.
La identificación A, B o C sólo tiene que ver con una cuestión impositiva: las especificaciones energéticas del gasóleo son las mismas (y están definidas por normativa), pero no es igual la carga de impuestos que se aplica a cada uno. Además del correspondiente IVA (16%, 18% a partir del 1 de julio), se aplica el impuesto especial sobre hidrocarburos. Simplemente para diferenciarlos a simple vista, el color de cada gasóleo es diferente porque se añaden colorantes para ello. El gasóleo A es el ordinario para automóviles de carretera, es el más caro porque tiene un impuesto más alto. El gasóleo B se utiliza para maquinaria agrícola y de obras públicas, mientras que el gasóleo C se utiliza para calefacción; estos dos son más baratos porque tienen un impuesto más bajo.
Otra cuestión diferente es el contenido en azufre del gasóleo (o de la gasolina). Atendiendo a esta cuestión se puede hablar de gasóleo normal (hasta 350 ppm de azufre, o sea 350 mg/Kg), gasóleo de bajo contenido en azufre (hasta 50 ppm de azufre), gasóleo de ultra bajo contenido en azufre (hasta 15 ppm, en Europa no se comercializa) y gasóleo sin azufre (con un contenido de azufre inferior a 10 ppm, o lo que es lo mismo, inferior a 10 mg por cada kilo de combustible).
El azufre se desprende al aire después de la combustión del combustible en forma de óxidos de azufre principalmente. Es uno de los principales contaminantes del aire de nuestras ciudades, y además de ser nocivo para la salud es causante de la lluvia ácida. De la combustión también se desprenden al aire otros contaminantes como CO, hidrocarburos no quemados, óxidos de nitrógeno y partículas en suspensión (el humo negro). Sobre la emisión de partículas (y los filtros antipartículas diésel) hablaré en otra entrada, de todos modos, muy resumidamente, hay que decir que la emisión de partículas "PM" de un coche diésel se reduce aproximadamente un 90% (incluso un poco más) al equipar un filtro de partículas, si el filtro es además de urea se reduce considerablemente la emisión de óxidos de nitrógeno.
Desde hace unos años se pueden encontrar en casi todas las gasolineras dos tipos de gasóleo, uno "barato" y otro "caro". Al principio (aproximadamente finales del año 2003 principios del 2004) se trataba de gasóleo normal y gasóleo de bajo contenido en azufre. A partir de enero de 2005 (por la directiva europea 2003/17/CE) (referencia), (directiva), tenían que poder encontrarse en las gasolineras combustibles sin azufre, por lo que la dualidad en las gasolineras entre el barato y el caro cambió a gasóleo de bajo contenido en azufre y gasóleo sin azufre.
Un ejemplo, en las gasolineras de Repsol, Campsa y Petronor la dualidad era diésel e+ (bajo contenido en azufre) y diésel e+10 (sin azufre). Esto también es así en Cepsa, BP, Shell, ... (aunque cada marca haya ido incorporando sus nuevos gasóleos, cada cual con diferentes nombres, en diferentes fechas).
La elección entre las dos opciones era clara, la opción más cara (unos 5 ó 6 céntimos más por litro) no tenía azufre (además de tener ciertas características técnicas superiores para el motor según los fabricantes del combustible). Es decir, el caro era algo menos contaminante. Lo mismo sucedía con las gasolinas ("la barata" de 95 octanos, "la cara" de 98 octanos y sin azufre) (referencia 2005).
Por internet se han difundido rumores y presuntos testimonios de conductores que aseguran que repostar un combustible sin azufre es malo para el motor y que produce averías en el mismo. No he encontrado ningún documento fidedigno que muestre estadísticamente, que un gasóleo sin azufre dañe el motor o provoque más averías que uno con azufre. Son sólo rumores y leyendas poco o nada fundadas, que sobre todo propagan personas con poco o ningún conocimiento técnico al respecto. Las características de lubricidad, anticorrosión, viscosidad, etcétera del combustible vienen definidas por normativa; fabricantes de automóviles y fabricantes de combustibles se tienen que adaptar a ella. Es más, en las versiones "caras" del combustible se incorporan aditivos que mejoran la protección, limpieza y cuidado del motor.
Sin embargo desde el 1 de enero de 2009, obligatoriamente por la directiva antes citada, todos los combustibles que se vendan en Europa tienen que ser del tipo "sin azufre", tanto gasóleo, como gasolina. Es decir, la diferencia entre la opción barata y la cara ya no es tanta como antes, ahora ambas ya no tienen azufre, y la diferencia de precio ya sólo se justifica por las ventajas que pueden aportar al motor las superiores características técnicas del combustible (referencia 1), (referencia 2).
En cualquier marca, con ligeras diferencias, pero al final muy parecidos, las ventajas que "la opción cara" puede aportarnos, según los fabricantes son las siguientes: número de cetano superior (o número de octano superior en la gasolina) lo que se traduce en menos ruido de motor, y varios aditivos: antioxidantes, detergentes, antiespumantes y odorantes. Estos aditivos conservan las partes del motor más limpias y en mejor estado (con menos corrosión), por lo que la inyección del combustible en la cámara será siempre lo más eficiente posible (no habrá inyectores sucios que inyecten con menos presión o dispersando peor el combustible) y por tanto, según los fabricantes, se mejora el rendimiento del motor. Varía entre unos y otros, pero vienen a indicar que con estos combustibles "caros" se puede consumir un poco menos (entre un 3 y un 6% menos, lo que puede ser algo así como 0,2 l/100Km) y otros hablan de que se puede tener un poco más de potencia (entre un 3 y un 8% más). Además como el motor funcionará algo más eficientemente, y consumirá algo menos, también se reducirán algo las emisiones contaminantes (referencia cepsa), (referencia bp 1), (referencia bp 2), (referencia repsol), (referencia shell). Esto mismo viene a decirse de las gasolinas (ejemplo).
Sería de agradecer que todos los fabricantes de combustibles pusieran tan fácilmente a disposición de los consumidores como lo hace cepsa (se puede descargar un pdf con los datos) las características técnicas de sus combustibles, para poder comparar y poder elegir entre ellos el que pueda ser algo mejor.
A elección de cada cual está el repostar uno u otro (caro o barato), por lo menos ninguno tiene ya azufre.
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