Suelo hablar en este blog de coches eléctricos, híbridos y coches con motor térmico de bajo (o muy bajo) consumo, hoy quiero hablar de un vehículo eléctrico para profesionales, una pequeña furgoneta (mi profesor de la autoescuela siempre me regañaba y me decía que de furgoneta nada, que es un vehículo mixto ;-P), principalmente urbana, válida para repartidores, mensajeros, servicios técnicos, electricistas y servicios municipales, que no necesiten una furgoneta grande para su trabajo y la vayan a usar sobre todo en ciudad y recorridos interurbanos no muy largos y la autonomía eléctrica les sea más que suficiente para el día a día (para dejarla recargando al terminar la jornada, durante la noche, y tenerla lista para la mañana siguiente): la Kangoo Z.E.
Las Kangoo eléctricas tienen el mismo aspecto que las convencionales equipadas con motor térmico, hay que fijarse mucho en los detalles para darse cuenta de que no tienen tubo de escape, no hay tapa de depósito de combustible y sin embargo sí hay una tapa para la toma eléctrica de recarga en el frontal de coche, además de los pequeños distintivos Z.E.
Es un vehículo comercial de dos plazas, mide 4,21 m de largo, 1,83 m de ancho y 1,82 m de alto. Su capacidad de carga es la misma que la de cualquier otra Kangoo, ya que las baterías no restan espacio, así que tiene un volumen de carga de 3 a 3,5 m3 (hasta 650 Kg), cabe perfectamente un europalé. Tiene un motor eléctrico síncrono de 44 KW de potencia (es decir 60 CV) y 226 Nm de par motor. La transmisión es directa con reductor (al uso sería como conducir un coche con cambio automático). No tiene demasiada potencia, pero sí mucho par motor, está pensada para llevar cosas, no para correr. La velocidad máxima es 130 Km/h, la aceleración hasta 60 Km/h es más que satisfactoria ya que la entrega de todo el par se da desde cero. Tiene una autonomía de 160 Km.
La batería es de iones de litio de 22 KWh de capacidad, está colocada bajo el piso y solo admite recarga estándar, es decir una recarga completa llevaría entre 6 u 8 horas en una toma de corriente convencional de 16 A y 230 V. En las deceleraciones se recarga ligeramente la batería (lo que es habitual en los vehículos eléctricos para conseguir algunos Km más de autonomía).
El interior es sencillo, como en la mayoría de los vehículos comerciales, y el equipamiento básico (dirección asistida, cierre centralizado a distancia, elevalunas eléctricos, espejos retrovisores eléctricos, airbag de conductor y ABS. El cuadro de instrumentos es específico por ser eléctrica (potenciómetro en lugar de cuentavueltas, ordenador de a bordo). Al espacio de carga se accede mediante dos puertas traseras asimétricas. La puerta lateral corredera es opcional, así como la mampara de separación con el habitáculo, el aire acondicionado, los faros antiniebla, el regulador de velocidad, el navegador gps, etc. Tiene dos ventajas muy claras respecto a cualquier otra Kangoo con motor térmico, es muy cómoda y suave de conducir (cambio automático) y es muy silenciosa (no tanto por la insonorización sino porque el motor apenas se oye). Solo está disponible en color blanco opaco.
El precio es muy competitivo, como en el caso del Renault Fluence Z.E., la batería no se vende con el coche, sino que sigue siendo propiedad del fabricante, por lo que el propietario paga una cuota mensual de alquiler por ella (72 euros al mes, sin IVA, si se hacen 15.000 Km al año, o sea 864 euros al año). Así la furgoneta tiene un precio de venta más bajo, y además, de las posibles averías en la batería y de su sustitución cuando se deteriore (aproximadamente a los 200.000 - 250.000 Km) se ocupa la marca. Se vende por 20.000 euros sin IVA, y si se le descuenta la ayuda del Estado, de acuerdo al plan movele (20% del valor sin impuestos, con un máximo de 7.000 euros), es decir 4.000 euros, se queda en 16.000 euros (para empresas y autónomos).
Lógicamente es algo más cara que una Kangoo equiparable con motor diésel (por ejemplo unos 4.200 euros más que una Kangoo furgón 1.5 dci 85 CV) pero hay que tener en cuenta que el coste de mantenimiento, y sobre todo el coste por Km debido a consumo, es mucho menor en la versión eléctrica. Y es que, aunque la electricidad está subiendo, también sube el gasóleo. Hacer 100 Km con la versión diésel citada (5,2 l/100Km), con el precio por litro aproximadamente a 1,25 euros, cuesta 6,5 euros; hacer esos mismos 100 Km con la versión eléctrica cuesta entre 1 y 2 euros (1 euro si se tiene tarifa nocturna, la hoy en día llamada tarifa de discriminación horaria, y se recarga por la noche entre las 22 y las 12 h). Después de 200.000 Km, con la furgoneta eléctrica se ahorrarían 11.000 euros (si se aprovecha la recarga nocturna en horario valle, sino solo 5.500). Eso sí, hacer esos 200.000 Km supondría haber pagado también en cuotas de alquiler de la batería 11.520 euros (a razón de 864 euros cada 15.000 Km). El ahorro vendría sobre todo en el menor coste de las revisiones anuales de mantenimiento. Está claro que todavía hay que trabajar en abaratar el precio de los vehículos eléctricos.
Han sacado en la página de Renault una aplicación para calcular el ahorro de la eléctrica frente a la diesel.
ResponderEliminarHay que especificar el precio por litro del gasóleo y la tarifa eléctrica. Por la noche 0,06 €/kwh.
A partir de 15.000 km el ahorro es exponencial.
http://www.renault-ze.com/es-es/entreprises-gamme-electrique-1412.html
La Kangoo andará en 6,3 L de consumo real.
http://www.spritmonitor.de/en/overview/41-Renault/370-Kangoo.html?constyear_s=2007&constyear_e=2011&powerunit=2
Muchas gracias por tu comentario Fernando!
ResponderEliminarPues mira, interesante aplicación.
Si se hace conducción eficiente se consigue un consumo real un poco más bajo entorno a 5,8 litros aprox.
Un saludo.
Excelente artículo para conocer esta camioneta, buenas fotos.
ResponderEliminarSaludos,
Clemente