Os hablé en diciembre de los neumáticos de invierno. Para conducir a bajas temperaturas invernales, y además con lluvia, nieve o hielo, son la mejor opción para hacerlo con más seguridad que si lo hacemos con neumáticos de verano. De hecho es también la opción para hacerlo con más comodidad, pues nos permiten circular en condiciones normales como con cualquier otro neumático. Incluso aunque haya nieve sobre la calzada, no tendremos que parar a poner o quitar las cadenas para la nieve, y no tendremos que conducir con esa sensación extraña que se transmite por dirección y suspensión de llevar algo en las ruedas.
Pero cuando no tenemos neumáticos de invierno, o para aquellos conductores a los que no les compensa tenerlos por la zona en la que viven, en esas ocasiones excepcionales que tenemos que viajar y podríamos encontrarnos con nieve en tal puerto, la solución temporal de emergencia pasa por utilizar unas cadenas para la nieve. Veamos qué tipos hay, sus ventajas e inconvenientes.
(Si el coche monta neumáticos de invierno, no hay que colocar cadenas para la nieve)
Las cadenas se colocan en las ruedas motrices
Las cadenas para la nieve aumentan el agarre del neumático sobre la nieve o hielo, pues son elementos que en general se hincan en el suelo cubierto por nieve o hielo y permiten al coche moverse. Dependiendo del tipo su efecto puede deberse a un motivo u otro, pero podemos pensar que una cadena para la nieve es algo así como ponerle tacos a la suela de nuestros zapatos. Se evitan los problemas que tendríamos con los neumáticos de verano de falta de agarre, derrapaje, frenada mucho más larga e incluso «patinaje» y falta de direccionabilidad, pero eso sí, hasta cierto límite, que no hay nada infalible, y las leyes de la Física actúan inexorablemente.
Las cadenas para la nieve se colocarán temporalmente, y solo cuando haya nieve (es obvio). No se puede circular sobre una calzada sin nieve con cadenas: según el tipo de cadena de que se trate es incómodo, es ruidoso, y hasta se puede maltratar el neumático y la llanta, y también la propia cadena e incluso el asfalto.
Las cadenas deberán colocarse en las ruedas motrices. Si el coche es de tracción delantera se colocarán en las dos ruedas delanteras. Si el coche es de propulsión trasera las cadenas se montarán en las ruedas traseras. En ambos casos si hay mucho espesor de nieve, habría que colocar cadenas en las cuatro ruedas para mayor seguridad.
Si el coche es de tracción integral (4×4) hay que colocar cadenas en las cuatro ruedas, pero si no queda otro remedio, servirá para salir del apuro con colocarlas en las ruedas delanteras, por ser además de motrices las direccionales.
Es importante recordar que con cadenas montadas hay que circular a velocidad moderada, normalmente como máximo a unos 50 km/h. Si queréis ampliar información sobre cómo colocar las cadenas, y cómo conducir con cadenas, no dejéis de leer el artículo enlazado, que publicamos en Circula Seguro tiempo atrás.
Cuando quitemos las cadenas y no las usemos más, lo aconsejable es aclararlas con abundante agua, para eliminar la sal de las carreteras y otros restos que puedan oxidarlas y dañarlas, y dejarlas secar bien antes de guardarlas.
Repito lo dicho anteriormente: quien vea que durante la temporada invernal tiene que usar bastantes veces la cadenas para la nieve, debería de pensar en tener un juego de neumáticos de invierno, que al final son la mejor solución, y nos libran de tener que poner y quitar cadenas. Yo he conducido por superficies completamente cubiertas por la nieve con neumáticos de invierno, y sin cadenas, y resultaba sorprendente lo bien que se agarraba el coche.
Hay cuatro tipos de cadenas para la nieve
Quizá alguien eche en falta que no diga que hay cinco tipos, y os explicaré porqué. Dejo fuera de la lista la llamada «cadena líquida», pues lo miremos como lo miremos no es una cadena propiamente dicha, y de hecho si se declara un tramo de carretera de uso obligatorio de cadenas para la nieve, por la fuerte nevada que haya caído, la autoridad competente no nos dejará seguir si no llevamos cadenas «de verdad».
La cadena líquida se presenta en un bote spray y es un líquido que se rocía sobre la superficie del neumático. Su composición química es variada, pero entre otras cosas lleva resinas viscosas que se adhieren temporalmente a la goma del neumático y aumentan algo su adherencia sobre nieve y hielo.
Su efecto es real, pero reducido, y solo durará una distancia muy corta, pues con la rodadura y el agua tiende a irse con rapidez. Se puede utilizar para ayudarnos a salir de una situación un poco delicada, como un arranque desde parado cuando nos ha sorprendido la nieve y las ruedas nos empiezan a patinar, y no llevamos cadenas, pero no pueden realmente sustituir a unas cadenas «físicas», ni responden adecuadamente cuando la situación se complica.
Los cuatro tipos de cadenas que lo son completamente son las siguientes:
– Cadena tradicional de eslabones de acero.
– Cadena textil, o funda textil de neumático.
– Cadena compuesta o tipo red.
– Cadena tipo araña o semiautomática.
Cadenas tradicionales de eslabones de acero
La cadena tradicional de eslabones de acero es la más conocida, consiste como su propio nombre indica en varias cadenas de eslabones de acero que se entrelazan. Suele haber dos diseños, las cadenas transversales y las cadenas de rombos, estas últimas son las más habituales.
Estas cadenas suelen incluir uno o dos tensores manuales para mantener la cadena bien pegada al neumático. También hay variantes, un poco más caras, con tensores automáticos. Es un tipo de cadena de precio asequible (unos 20 a 35 euros la pareja aprox.) y que funciona bien sobre nieve y hielo. Es muy duradera y resistente.
El inconveniente es que esta cadena es algo más engorrosa de poner que otros modelos, sobre todo si no se tiene práctica, y que es la más incómoda y ruidosa, pues transmite más vibraciones a través de la dirección y suspensión. Los eslabones pueden rozar y arañar la llanta de aleación. Esta cadena puede desorientar el funcionamiento del control de estabilidad y tracción.
Cadenas textiles
La cadena textil está extendiéndose poco a poco más entre aquellos conductores que hacen un uso muy ocasional de las cadenas. Son básicamente una funda de lona del neumático, que se queda fijada por una goma elástica por la cara interior, y radios o lona por el exterior. Hace años una marca fue la pionera, Autosock, pero ahora hay cadenas de este tipo de múltiples marcas.
Según la marca y modelo cambia su precio, pero las hay bastante asequibles, casi al mismo precio o poco más caras que las cadenas de eslabones (aunque «las de marca» son bastante más caras, se pueden encontrar entre 30 y 70 euros aproximadamente).
Aunque parezca sorprendente funcionan bien sobre nieve y hielo, con poca merma con respecto a las cadenas de eslabones, y en algunas situaciones incluso se comportan mejor, por ejemplo en la frenada. Son también las más fáciles y rápidas de montar y desmontar, y también son las más ligeras. Otra ventaja importante es que son las que menos se notan en dirección y suspensión, pues no generan vibraciones o temblores, y no afectan la sensibilidad y funcionamiento del control de estabilidad y tracción.
El inconveniente principal es que son menos duraderas, pues la lona se desgasta más rápido, así que son cadenas para usos cortos y ocasionales, no para quien tenga que usarlas muchos días al año. Mientras se usen sobre nieve o hielo no hay que preocuparse, pero no debe circularse con ellas sobre el pavimento sin nieve pues se deteriorarán muy rápido, en pocos kilómetros.
Cadenas compuestas
Las cadenas compuestas por ahora solo me consta que se comercialicen bajo una marca, Michelin Easy Grip. A simple vista recuerdan mucho a las cadenas textiles, pues parecen una funda para el neumático, solo que en lugar de lona, son de red. Igual que aquellas por el interior hay una goma que fija la cadena a la rueda, y por el exterior varios radios.
La red está formada por un interior de cable plástico y un revestimiento exterior textil. Las red se teje con eslabones de acero en los encuentros. Es una cadena que funciona muy bien sobre nieve y hielo, y es bastante duradera. Se coloca también con relativa facilidad, y bastante rápido, salvo porque la goma está muy tensada y hay que tener brazos fuertes.
Estas cadenas apenas se notan en dirección y suspensión, y apenas generan vibraciones. El control de estabilidad y tracción funciona también sin problemas. Su inconveniente es que son bastante caras (unos 70 a 95 euros la pareja aprox.) Estas cadenas son muy recomendables para quien las use muchas veces al año.
Cadenas tipo araña
Estas cadenas también se pueden conocer como semi-automáticas. Se caracterizan por constar de dos partes, un disco que queda siempre colocado sobre la llanta, fijado a los tornillos, y luego la propia cadena en sí, que puede ser de varios subtipos, el más conocido es algo así como una oruga con bandas transversales rígidas, pero las hay con una solución mixta también con cadena de eslabones y bandas de plástico duro.
Llevando colocado el disco su colocación es muy rápida. Son cadenas que funcionan muy bien sobre nieve y hielo, pero también son las más caras con diferencia (unos 400 euros la pareja aprox.). Este tipo de cadenas suelen ser de las marcas Spike Spider y Contrax Steg. Estas son cadenas para quien las use muy a menudo y en condiciones muy adversas.
Imágenes | Devchonka (CC – Wikipedia), Acebal (CC – Flickr)
En Circula Seguro | Cómo colocar las cadenas para circular sobre nieve
NOTA | Artículo originalmente publicado el 11 de enero de 2014 en Circula Seguro, por Ibáñez
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