Los conductores no debemos olvidar nunca que hay tres elementos fundamentales para la seguridad activa de nuestro coche cuando lo conducimos: los neumáticos, los amortiguadores y los frenos. Que estos tres elementos estén en buen estado y funcionen como es debido es imprescindible para tener agarre, un comportamiento estable y poder frenar en la menor distancia posible.
Y algo que todos sabemos es que los neumáticos se gastan. Cuestan dinero y nos gustaría que duraran más tiempo y kilómetros, pero es inevitable que lo hagan. Además de no pretender usar el neumático más allá de la profundidad mínima de la escultura (el dibujo, los tacos), lo que sí podemos evitar, hasta cierto punto, es que se desgaste de manera inadecuada e irregular, para ello conviene entender el significado de los diferentes tipos de desgaste que pueden presentar los neumáticos.
En condiciones ideales un neumático debería desgastarse de manera equilibrada y por igual. Incluso podríamos alargar la vida de los mismos si seguimos una serie de consejos. Sin embargo con el tiempo y el uso correcto, éste irá disminuyendo la profundidad del dibujo de manera homogénea, sin diferencias ni anomalías. Pero esto no siempre sucede así y se pueden producir desgastes irregulares. Vamos a verlos.
Tipos de desgaste irregular de los neumáticos
– Desgaste mayor por el centro de la banda de rodadura del neumático: esto suele indicar que se lleva habitualmente una presión de inflado superior a la recomendada, por lo que roza más el centro y por eso se desgasta más. La medida correctora es simple: inflar un poco menos los neumáticos, a la presión adecuada. También puede suceder en coches de alta cilindrada con mucha potencia, cuando se acostumbra a acelerar con mucha contundencia.
– Desgaste mayor por los dos laterales de la banda de rodadura del neumático: esto suele indicar que se lleva habitualmente una presión de inflado menor a la recomendada, por lo que el neumático se aplasta más y rozan más los laterales y por eso se desgastan. De nuevo la medida correctora es simple: hay que inflar un poco más los neumáticos y revisar la presión con más frecuencia. No olvidemos que una presión demasiado baja es menos seguro y además aumenta el consumo de carburante.
– Desgaste mayor por un solo lateral, el exterior, o el interior, de la banda de rodadura del neumático: esto suele indicar que la dirección está desalineada. Si se desgasta más por el interior hay un exceso de caída positiva o divergencia. Si se desgasta más por el exterior hay un exceso de caída negativa o convergencia. La medida correctora es ir al taller a alinear la dirección.
– Desgaste mayor por el lateral exterior en plano inclinado suave de la banda de rodadura, sin dirección desalineada: suele indicar que se pasa por curva a una velocidad alta. Como se produce más apoyo en el sentido centrífugo, o sea, hacia afuera de la curva, también se gasta un poco más el exterior del neumático del apoyo. La medida correctora es circular un poco más despacio en curvas, rotondas y giros.
– Desgaste en diagonal de la banda de rodadura del neumático (a 45 grados): es poco habitual, y en caso de aparecer, se presenta en las ruedas izquierdas, y más cuando el coche es de tracción delantera. Suele ser debido a una carretera con demasiada pendiente de evacuación del agua hacia la cuneta que hace que el coche no pise en plano horizontal, o por tolerancias de ajuste del vehículo excesivas. La medida en este caso es pasarse por el taller.
– Desgaste en bandas transversales de la banda de rodadura del neumático: suele indicar que la rueda está mal equilibrada. La medida a tomar en este caso es ir al taller y re-equilibrarla.
– Desgaste irregular de la banda de rodadura del neumático: esto se puede explicar como desgaste en forma de manchas que aparecen sin orden por la banda de rodadura. Suele indicar amortiguadores en muy mal estado. La medida correctora es pasarse por el taller a poner amortiguadores nuevos.
– Desgaste plano y localizado de la banda de rodadura del neumático: esto se denomina coloquialmente como «hacer un plano», suele producirse al dar un frenazo muy brusco en el que se bloquean las ruedas y entonces deslizan sobre el asfalto. Si no es muy grave no tiene porqué hacerse nada, pero podría notarse cierta vibración en la dirección, y si es así, no queda otra más que cambiar el neumático por uno nuevo. Podría ser debido también, aunque es poco probable, a un fallo en los frenos. Se puede pasar por el taller a descartarlo.
– Desgaste en dientes de sierra de la banda de rodadura del neumático: en condiciones normales esto se va a producir casi siempre, pero el efecto es muy sutil, y no revierte mayor problema. Suele darse más si se hacen largos viajes por autopista, con pocas curvas y velocidad constante. Si el efecto de diente de sierra o escalonado es muy grande (lo cual es muy poco habitual), hay que pasarse por el taller a investigarlo (podría haber problemas de geometría).
En condiciones normales, y aunque el coche no presente ninguna anomalía, es difícil que se gasten todos los neumáticos por igual. Normalmente el neumático delantero izquierdo se desgasta un poco más, y los neumáticos del eje motriz se suelen desgastar un poco más que los neumáticos del eje libre.
¿Siempre es aconsejable la rotación de los neumáticos?
Uno de los consejos que se dan para alargar la vida de los neumáticos es la rotación de los mismos, siempre que se pueda y no lo desaconseje el fabricante del coche. Lo normal sería pasar los neumáticos de un eje a otro y de derecha a izquierda (hay que prestar atención a que el neumático lo permita), cada 10 o 15.000 km. Aunque esta sea la recomendación general, es importante que en el eje posterior los neumáticos estén en buen estado, si están muy desgastados el comportamiento del coche empeora notablemente en vehículos de tracción delantera (lo más usual), es más fácil perder adherencia en el eje posterior y en ese caso se produce un sobreviraje que es más difícil de controlar.
Por supuesto, antes de valorar la rotación, deberemos comprobar que el desgaste de los mismos no comprometa nuestra seguridad, y nos aseguraremos de que la profundidad del dibujo de la cubierta esté siempre por encima del mínimo permitido (1,6 mm). Ya hemos dicho otras veces que los neumáticos no tienen fecha de caducidad como tal, aunque sí se deterioran con el paso del tiempo. Es por eso que observaremos también que no tengan un envejecimiento excesivo que haga perder sus prestaciones y ningún daño propio, por ejemplo, por estar la goma cuarteada o por haberse pellizcado lateralmente con un bordillo. El consejo es no utilizar neumáticos que tengan más de 10 años.
El objetivo de la rotación es igualar el desgaste de manera que las cuatro ruedas se acerquen al final de su vida útil en tiempo similar. Por ello, lo mejor es rotar los neumáticos cuando empiece a apreciarse una diferencia de desgaste entre ambos ejes siempre que no esté ocasionado por algunas de las partes del vehículo y comprobemos que la dirección y los amortiguadores del vehículo esté en condiciones óptimas.
Cómo rotar los neumáticos del vehículo
A la hora de ubicar las ruedas hay una serie de patrones que se deben seguir en función del tipo de vehículo y de los neumáticos:
- Vehículos con tracción trasera o total: en este caso se puede optar por rotarlas en cruz o sólo cruzar los del eje delantero al pasarlos al trasero, y los traseros pasarlos delante manteniendo el lado.
- Vehículos con tracción delantera: lo ideal es cruzar las ruedas traseras pasando la trasera derecha a la posición delantera izquierda, y la trasera izquierda a la posición delantera derecha. Las ruedas delanteras pueden pasar al trasero manteniendo el lado o cruzándolas, según el desgaste.
Aunque no es obligatorio hacerlo, aquellos coches que tienen una rueda de repuesto del mismo tamaño que las del resto es posible incluirla en el proceso de rotación. Para ello, lo que debemos hacer es colocar la rueda de repuesto en una posición, por ejemplo en la trasera izquierda en cada rotación, dejando la rueda que ocupará esa posición como rueda de repuesto, hasta el momento de hacer la rotación.
En el caso de que tu coche tenga neumáticos direccionales deberás respetar las dimensiones en cada eje, por lo que si lleva neumáticos de distinta medida en los ejes delantero y trasero sólo podrás intercambiarlos de lado en cada eje.
NOTA | Artículo originalmente publicado el 28 de junio de 2017 en Circula Seguro, por Ibáñez
Siempre debemos estar pendientes del estado de nuestros neumáticos y nivel de presión, pues son el único elemento que está tocando la carretera en todo momento y la rotación de neumáticos permite alargar la vida útil de estos.
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