En 1923, Josef Hartwig, maestro artesano de la madera, escultor y profesor de la Bauhaus de Weimar (Escuela de Diseño, Arte y Arquitectura alemana, fundada por Walter Gropius en 1919 en Weimar, más tarde trasladada a Dessau y por último a Berlín, paradigma del diseño industrial moderno) diseñó el elegante, sencillo y minimalista Juego de Ajedrez de la Bauhaus (Das Bauhaus Schachspiel).
Las piezas (limpias, nítidas y claras) son de madera de arce y están diseñadas con geometría de líneas sencillas, básica y simbólica. Y como para muchos racionalistas la forma sigue siempre a la función, la forma de las piezas se debe al movimiento que cada una de ellas puede realizar (el caballo, que mueve en "L", son dos "Ls" giradas y superpuestas, el alfil, que mueve en diagonal, son dos diagonales que se cruzan, etc) y además su tamaño tiene relación con la jerarquía que cada pieza ocupa en el juego.
Desde 1970 la empresa suiza Naef fabrica y comercializa este ajedrez (además de otros juguetes de madera de la Bauhaus). No es barato (aquí teneis el precio de las piezas y aquí el precio del tablero [351 euros en total]). Es una pena que no se respete ese principio tan bonito de la Bauhaus de acercar el buen diseño al pueblo, accesible para el gran público gracias a la industrialización (y además son sólo piecitas de madera, simplemente madera, independientemente de su sobresaliente e intemporal diseño y esmerada calidad).
Hay otro ajedrez de elegante diseño minimalista que también me gusta mucho (y sin duda debió de inspirarse en el ajedrez de la Bauhaus): en 1966 Lanier Graham diseñó este ajedrez de piezas incluso aún más sencillas (de madera de arce y cerezo) que además encajan unas con otras para guardarse en su caja. Aunque en este, los movimientos del Rey y de la Reina no están claramente definidos como en el de la Bauhaus. Se vende en la tienda del MoMA (es más asequible, aunque se vende sin tablero).
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