Hace unos días encontré este pdf realizado por el Ayuntamiento de Madrid y Ecoembes (en colaboración con el Equipo de investigación en educación ambiental de la Universidad Autónoma de Madrid) sobre la separación de residuos para reciclaje. Independienteme de su diseño gráfico, esta pequeña guía incluye información más que interesante sobre como separar los residuos que generamos en nuestras casas, y pretende resolver las dudas que todavía a veces surgen sobre donde depositar cada material para su posterior reciclaje. Yo por ejemplo me he enterado de un par de cosas que no sabía (o que han cambiado con los años).
Como sabreis hay cuatro tipos de contenedores: el contenedor gris y naranja (en Madrid, o en otras ciudades sería el verde oscuro) se destina a los restos orgánicos; el amarillo se destina a envases (plásticos, latas y botes de aluminio y acero, briks y también poliestireno y cajas de madera [esto no lo sabía]); en el verde claro se desposita el vidrio y en el contenedor azul el papel y el cartón. Para otros residuos (pilas, fluorescentes y lámparas de bajo consumo, aceites usados, dispositivos electrónicos, etc) hay contenedores específicos en algunos lugares públicos (como los contenedores para pilas) o bien hay que llevarlos al punto limpio más próximo de nuestra ciudad.
Aunque la cantidad de residuos que se reciclan en España ha ido aumentando con los años, es una pena que aún sólo se recicle el 14% del total (mientras que la media europea es del 23%, que tampoco es para echar las campanas al vuelo). En España se recogen 575 Kg de residuos por persona al año y se reciclan sólamente unos 80 Kg (todos estos datos fueron publicados por Eurostat y corresponden a 2008).
Las materias primas (y también el agua y la energía) no son infinitas (aquí alguien podría decir que la energía sí es infinita, porque ni se crea ni se destruye, pero lo cierto es que nuestros métodos de generación de energía sí son finitos), por no hablar de la contaminación de tierra y agua y daños medioambientales que tantos residuos provocan, así que es tremendamente necesario tener sentido común y reducir el consumo de materiales (y embalajes, bolsas, etc), reutilizarlos cuantas veces lo permita su vida útil (lo de usar varias veces las bolsas de plástico de la compra no es ninguna tontería) y cuando deban ser desechados reciclarlos debidamente. Por ejemplo, con 27 botellas de plástico que se reciclen se puede hacer un forro polar nuevo (petróleo que nos ahorramos). Otro ejemplo más, reciclar una tonelada de vidrio consume aproximadamente la mitad de energía que crear una tonelada de vidrio desde cero.
Así que ya sabeis, aunque a veces pueda parecer un poco pesado, reciclad todo cuanto podais y si veis a alguien que no recicla o que lo hace mal (quizás porque no sabe bien como hacerlo), no os corteis y decídselo (educadamente claro). Reciclar es cosa de todos y por el bien de todos.
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