Hace varios meses publiqué un artículo sobre el espectáculo organizado por Lucasfilm (no lo voy a llamar concierto) Star Wars In Concert, el día después de haber asistido al mismo (fue el 20 de marzo de este año, en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid). A pesar de encantarme las películas de La Guerra de Las Galaxias y la música de John Williams, si habeis leído el artículo al que me refiero, vereis que me quedé un tanto decepcionado con ese espectáculo, sobre todo porque la sensación de disfrutar de una Orquesta Sinfónica y Coro en directo se vió completamente diluida por tener que oirla a través de unos altavoces (no quiero extenderme más en ello, para más detalles ahí está el artículo original). Una lástima. Me quedé con una espinita clavada desde entonces.
El pasado sábado 18 de septiembre tuve la oportunidad de disfrutar de un concierto (de verdad) de una selección de piezas musicales de película obra del compositor norteamericano John Williams, interpretado por la excelente Orquesta y Coro Nacionales de España (OCNE) en el espléndido Auditorio Nacional de Música de Madrid (inaugurado en octubre de 1988, obra del difunto arquitecto Jose María García de Paredes). No fuí solo, varios amigos tampoco quisieron perderse este concierto, y todos tuvimos la suerte de conseguir entradas para el mismo, por cierto, nada caras, 15 euros (gracias a Brunelegqui). Por supuesto habría música de Star Wars (aproximadamente la mitad del concierto).
El concierto empezaba a las 19:30 h, pero llegamos un poco antes de las siete, había ya mucha gente en la entrada, y nos esperaba una sorpresa: la OCNE se había tomado la molestia de contratar a unos figurantes vestidos con trajes de diferentes soldados imperiales, para amenizar la espera hasta el comienzo del concierto (creo que eran de un club de aficionados a La Guerra de Las Galaxias). Eso estuvo muy bien. La gente no perdía la oportunidad de sacarse una foto con ellos. Desde luego no iba a ser un concierto más.
La Sala Sinfónica estaba llena hasta arriba (unas 2.300 localidades), se habían agotado las entradas, y se notaba la ilusión de la gente por empezar el concierto (no faltaba nadie, mayores, jóvenes, padres y madres, niños ...). No había vendedores de cerveza ni de comida, pero ni falta que hacía: íbamos a escuchar buena música.
El concierto comenzó con la marcha de Indiana Jones (The Raiders March) de En Busca del Arca Perdida: menudo comienzo, fue realmente emocionante (se me erizaron los pelos y casi se me salta alguna lagrimita) el público no pudo resistirse y la sala al completo rompió en aplausos a la orquesta. Después vendría E.T. (Adventure On Earth) y para terminar la primera parte, una pieza para saxofón y orquesta de John Williams un tanto diferente, de la película Atrápame si puedes (Escapades). Salimos al descanso.
Al volver entra también el coro nacional, toda la segunda mitad (una hora aproximadamente) será una selección de temas de La Guerra de Las Galaxias, y la emoción aún se hace mayor. La suite de Star Wars (una hilada serie de temas de los Episodios IV y V, empezando por el tema principal y pasando por la marcha imperial) fue magnífica (y muy larga por cierto). Es magistral el uso que John Williams hace de trombones, trompas, trompetas y timbales. A continuación la suite de La Amenaza Fantasma (de nuevo una selección de temas del Episodio I) se volvió increíblemente subyugante al alzarse las potentísimas voces del coro en el tema Duel Of The Fates. Después de semejante bombardeo emotivo, el tema Across The Stars del Episodio II, más relajado, sirvió de transición hacia el ingente tema final Battle Of The Heroes (de nuevo con el coro como protagonista) del Episodio III.
Al terminar la enésima ovación del público, fue tal, que la orquesta, el coro y el director nos regalaron un tema inesperado, África, de la película Un barco llamado Amistad.
Fue un concierto sensacional de algo más de dos horas de duración. Creédme, no puede haber mejor forma de escuchar la excelente música de La Guerra de Las Galaxias, que en directo, y sin micrófonos, ni amplificadores, ni altavoces, por muy potentes que sean, o por mucho sonido THX de que se trate. Poder oir todos y cada uno de los instrumentos de la orquesta, viendo de cerca como son tocados por los maestros, percibiendo cada uno de los matices sonoros, sin perder ni un ápice de la riqueza acústica de ninguno de ellos, es inigualable, y dista mucho de un sonido enlatado y amplificado. La magnífica acústica de la Sala Sinfónica es un gran tesoro encerrado en el sencillo y discreto cofre del Auditorio Nacional. Pude quitarme la espinita clavada (y no gracias a George Lucas).
Toda aquella persona que disfrute con la música de verdad debería asistir al menos una vez en su vida a un concierto así.
Me vas a perdonar el vulgarismo, pero ¡FUE LA PUTA CAÑA!
ResponderEliminarMis temas preferidos fueron The Raiders March [IJ2], Duel of the fates (con los coros :3) [SW1] y Across the Stars (Love Theme) [SW2].
Coincido con Guibuu, el concierto fue más que ESPECTACULAR, una maravilla :D Sin duda, Duel of the fates con ese comienzo con el coro hacían que se te pusieran los pelos de punta.
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