jueves, 31 de marzo de 2011

Las lavadoras y el progreso

El año pasado os hablé de TED talks, de hecho me parece tan interesante que forma parte de mi lista de enlaces. Algunas de las charlas de las conferencias que celebra esta organización son magistrales. Como esta charla del profesor Hans Rosling (Magic washing machine), donde relaciona el progreso de una sociedad, con la penetración en ella de algo tan básico y usual para nosotros como una lavadora.

Teneis que ver el vídeo porque no tiene desperdicio (está en inglés, y se puede subtitular al inglés). Se entiende todo muy bien, y hay gráficos estadísticos muy claros.




Gracias a mi amigo Guibuu.
Vía | Fogonazos




martes, 29 de marzo de 2011

El efecto invernadero no es malo

Pero en cambio, el aumento del efecto invernadero sí lo es, nótese el matiz (esto, lógicamente, es demasiado simplista, lo iré explicando mejor a lo largo del artículo). Digo esto porque hace unos días leía la siguiente afirmación, en un documento editado en 2007, por la Fundación de la Energía de la Comunidad de Madrid, elaborado por una empresa de ingeniería y la propia Fundación ("Guía de la Energía en el Sector del Automóvil"): [página 19] "La contaminación atmosférica, el efecto invernadero o la lluvia ácida son algunos de los problemas ambientales derivados del uso de combustibles fósiles".


Pues lamento discrepar, pero el efecto invernadero no es un problema ambiental, de hecho, todo lo contrario, sin el efecto invernadero La Tierra sería notablemente diferente a como la conocemos (es probable que por ahorrar palabras y simplificar el texto resultara esa afirmación, o quizás quién la redactó no tenía del todo claro el concepto).


El efecto invernadero es natural a La Tierra gracias a su atmósfera. Hace millones de años que este efecto existe, mucho antes incluso de que el hombre habitara el planeta.  El efecto invernadero es debido a que en la atmósfera se retienen ciertos tipos de gases que acumulan energía térmica, más concretamente, esos gases acumulan parte de la radiación solar incidente, y sobre todo una gran cantidad de la radiación infrarroja emitida por el suelo y los océanos (al desprenderse del calor recibido del sol), por lo que la atmósfera irradia calor a la tierra y se transmite hacia el espacio una parte pequeña. Si no fuera por esto, el planeta Tierra sería mucho más frío (aproximadamente unos 33ºC más frío, con lo que la temperatura media del planeta serían unos -18ºC). El balance entre la energía térmica que llega a La Tierra desde el Sol y la energía térmica que se escapa de La Tierra hacia el espacio se mantiene equilibrado.


Los gases que retienen energía térmica son conocidos como gases de efecto invernadero (GEI): el principal es el vapor de agua (sí, el agua en estado gaseoso, H2O), el siguiente es el dióxido de carbono (CO2) y después les siguen el metano (CH4), clorofluorocarbonos (CFCs), óxidos de nitrógeno (NOx), ozono (O3) y hexafluoruro de azufre (SF6). Por cierto, el nombre que se le dió al efecto, invernadero, no es correcto: es cierto que la atmósfera permite retener calor al igual permite retener calor un invernadero, pero los medios por los que uno y otro retienen calor son físicamente diferentes.


Ya hemos visto que en la atmósfera es una cuestión de radiación, sin embargo, en un invernadero es debido a la convección: es decir, el aire dentro del invernadero, al calentarse con el sol (o con el calor que desprendan las plantas y la tierra) asciende al hacerse más ligero (disminuye su densidad), formándose una corriente de convección natural (y el aire más frío entonces desciende ocupando su lugar), si no existiera un recinto que contuviera a este aire caliente, se escaparía, pero al estar encerrado, acumula más y más calor. Durante años (incluso hoy en día) se ha dicho que la retención del calor dentro de un invernadero se debe a que el vidrio retiene la radiación infrarroja, pues bien, aunque es cierto, la colaboración de este efecto al calentamiento del aire del interior del invernadero es mínima (en un invernadero con una temperatura interior de unos 55ºC, solo 1ºC sería debido a la retención de radiación del vidrio), la convección es mucho más relevante.


A lo largo de tantos millones de años, la concentración de CO2 en la atmósfera no siempre ha sido la misma (por ejemplo, en el cretácico, período entre hace unos 145 millones de años y hace unos 65 millones de años, la concentración de CO2 era superior a la actual, la temperatura media era entre 5º y 8º C superior y el nivel de los oceános era más alto que el actual).


Sin embargo, después de descender la cantidad de CO2, durante muchísimos años la concentración (la cantidad si preferís) de gases de efecto invernadero en la atmósfera se ha mantenido más o menos constante y en equilibrio (con ciertos altibajos), pero desde hace unos 150 años aproximadamente (desde la industrialización) la actividad del hombre (industria, automóvil, calefacciones, etc) ha generado la emisión de cantidades ingentes de gases de efecto invernadero (por el empleo de combustibles de origen fósil como el carbón, el petróleo y el gas) por lo que la concentración de ciertos gases en la atmósfera ha aumentado preocupantemente. Podemos hablar entonces de gases de efecto invernadero antropogénicos (es decir, debidos al hombre). De estos gases debidos a la actividad del hombre, el más importante es el dióxido de carbono (CO2).


Precisamente por este aumento de los gases que retienen energía térmica en la atmósfera, se sospecha que el efecto invernadero puede acentuarse, y puede provocar el aumento de la temperatura media de La Tierra: esto es lo que se conoce como calentamiento global. Es decir, el aumento del efecto invernadero puede ser muy negativo (porque el calentamiento global lo es). Es un poco difícil precisar si ya ha aumentado la temperatura del planeta en estos 150 años (algunos estudios parecen constatar que ha subido ligeramente), y del mismo modo es difícil decir cuanto podría subir la temperatura en el futuro (de hecho hay científicos, aunque sean minoría, que no creen que la temperatura vaya a subir de una manera notable). Diferentes estudios e hipótesis sugieren que en el año 2.100 la temperatura media del planeta podría subir entre 1,5º y 6ºC (desde los más optimistas hasta los más pesimistas).

[Retroceso del glaciar Aletsch, en los Alpes, 1.979 - 1.991 - 2.002]


Debido a este calentamiento global, podría producirse (si no ha empezado ya) un cambio climático en todo el planeta. Por ejemplo, zonas con un clima meditérraneo en la actualidad, con la subida de la temperatura, podrían pasar a tener un clima desértico. Los regímenes de lluvias globales también se verían afectados. Del mismo modo, el aumento de la temperatura, también provocaría el deshielo de gran cantidad del hielo del Ártico, de la Antártida y de los glaciares continentales, con lo que subiría el nivel del mar (más o menos, dependiendo de cuanto fuera el deshielo) y se podrían alterar las corrientes oceánicas que también ayudan a regular climáticamente ciertas zonas.


Es por eso que se habla tanto del CO2, es por eso que se creó el Protocolo de Kioto, y es por eso que las administraciones dedican recursos y esfuerzos en contener o reducir las emisiones de CO2 de cada país. Ahorrar energía (en la luz, en la calefacción), consumir menos energía de origen fósil (fomentando por ejemplo las energías renovables) y utilizar el coche solo lo necesario (y siempre que se pueda pensar en vehículos de menor consumo y menores emisiones) son algunas de las estrategias que podemos hacer todos y cada uno de nosotros para colaborar con ello.





lunes, 21 de marzo de 2011

Pues parece que no hay más multas

Ya sabeis todos que desde el lunes 7 de marzo, en España el límite de velocidad máxima en autopistas y autovías es de 110 Km/h (transitoriamente). Y desde que se anunció la medida (con el fin de reducir el consumo de gasolina y gasóleo, y por tanto reducir la importación de petróleo) se creó una gran polémica. Ya os hablé de esto el 1 de marzo.


En todos estos días, el argumento, en contra de esta reducción en el límite, que más he oído es que se trata simplemente de una medida con afán recaudatorio, y que aumentaría mucho el número de multas por exceso de velocidad, aumentando también así los ingresos del Estado por este concepto. Pues bien, hoy quiero destacar la noticia publicada en El País: entre el 7 y el 13 de marzo (la primera semana de vigencia del nuevo límite de 110 Km/h) las denuncias de radares (por exceso de velocidad) caen un 62% con respecto a las tres semanas anteriores (2.082 denuncias semanales frente a 5.500 denuncias semanales). Hay que decir también, que durante la semana previa (del 28 de febrero al 6 de marzo), cuando ya se había anunciado el nuevo límite (y aunque aún no había entrado en vigor) las denuncias se habían reducido en un 28%. 


Es decir, con el nuevo límite de velocidad, no solo no han aumentado las multas por exceso de velocidad, sino que han disminuido. Y es que, hay algo que muchas personas parecían olvidar cuando afirmaban lo del afán recaudatorio: si los conductores somos responsables y respetamos los límites, no hay multa (sea la velocidad máxima la que sea).


Por cierto, tengo algo que decirles a los que apoyan el movimiento 140 (un movimiento que ya antes de que se redujera el límite a 110Km/m, venía pidiendo que el límite genérico en autopistas y autovías de 120 se aumentara hasta 140 Km/h) [por supuesto lo digo con el máximo respeto a su postura, por otra parte completamente lícita en un país democrático]: mi coche consume 1,5 litros/100 Km más a 140 Km/h que a 110Km/h. Y eso, por no hablar del riesgo de aumentar el número de accidentes (o la gravedad de los mismos) debido al aumento de la velocidad.




martes, 15 de marzo de 2011

La catástrofe en Japón del 11 de marzo

Estos últimos días casi todo el Mundo vive pendiente de los problemas en una de las centrales nucleares de Japón (Fukushima I), casi incesantemente los diferentes medios de comunicación actualizan sus noticias con nuevas informaciones sobre los nuevos hechos que acontecen en ella (y yo diría, que en más ocasiones de las deseadas, sin tener muy claro lo que están publicando). No voy a entrar en este artículo a juzgar si la energía nuclear es "buena o mala", o si las centrales nucleares son seguras o no, no creo que sea el momento, ya que casi cualquier cosa que dijéramos al respecto podría estar demasiado influida por las emociones derivadas de la situación catastrófica que está sufriendo el pueblo de Japón, y muy probablemente podríamos caer en la demagogia menos conveniente. Además, no podemos negar algo evidente que está sucediendo ya: unos ven una cosa, y otros ven todo lo contrario. 


Los pro-nucleares ven en el comportamiento de la central nuclear japonesa el ejemplo de que la energía nuclear es segura, ya que la central ha soportado un terremoto fortísimo (y el posterior maremoto), mayor incluso que el previsto en el diseño, y aunque presenta problemas serios, los diferentes sistemas de seguridad, emergencia y contención permiten que las consecuencias del accidente sean mínimas para el medio ambiente y para las personas (se ha liberado en varias ocasiones algo de radiactividad, pero es una cantidad muy pequeña que se irá diluyendo en el aire, y además se ha evacuado a la población en un radio de 20 Km de la central para evitar y minimizar los riesgos para la salud).

Los anti-nucleares ven que la energía nuclear es un peligro, algo que se puede escapar de nuestro control imprevisiblemente, que pone en serios riesgos a las personas y al medio ambiente, que obliga a evacuar a la población, y que tiene un efecto, la liberación de radiactividad al ambiente, de muy difícil o casi imposible control, pudiendo contaminar el aire, el agua, plantas, animales y personas. Como casi todo en esta vida, la energía nuclear no es ni blanco, ni negro, es algo en un intermedio gris (y ahí radica que algunos vean un gris tirando a blanco y otros vean un gris tirando a negro). Ya se sabe, no hay nada perfecto. Los hechos son objetivos, las opiniones suelen ser subjetivas y cada cual puede tener la suya.


Y nada más quiero decir hoy sobre el tema nuclear en Japón. Quizás en unos días me anime a escribir un artículo en el que intente explicar, con correción técnica, pero de manera asequible, clara y comprensible, cómo funciona una central nuclear como la de Fukushima (BWR, General Electric  drywell torus Mark I), qué pasó y qué sistemas de seguridad tiene, porque una cosa me ha quedado clara: en los medios de comunicación se han liado bastante con diferentes conceptos técnicos y constructivos.









De lo que sí quiero hablar, es del pueblo de Japón, de esos casi 127 millones de personas, que están sufriendo un golpe tremendo con una dignidad honorabilísima. Con resignación, con educación, con respeto y con encomiable gran civismo, un comportamiento que debemos reconocer con admiración. Los japoneses mantienen el orden y la calma (triste y terrible, pero calma) en unos momentos muy muy difíciles, con varios miles de muertos y varias pequeñas ciudades arrasadas; no pierden el respeto por los demás, apenas hay gritos, no hay atropellos, no hay saqueos, ni robos, ni vandalismo, ni violencia. La gente entra en una tienda o en un supermercado y sigue esperando la cola,  sigue pagando su compra, y el comerciante tampoco ha subido los precios para aprovecharse de la situación. Nadie intenta colarse o pasar por encima de los demás. Esta gente tiene mi mayor respeto. Supongo que este pueblo está, tristemente, muy acostumbrado a este tipo de arrebatos destructores de la naturaleza: les ha tocado vivir en una tierra muy complicada, que desde tiempos inmemoriales ha sufrido terremotos y maremotos que les ha curtido el espíritu.



Las islas de Japón son fruto del encuentro entre varias placas oceánicas, por una parte entre la placa pacífica y la placa norteamericana, y por otra parte entre la placa filipina y la placa euroasiática. Las placas en que se divide la rígida litosfera, se desplazan sobre la parcialmente fluida astenosfera. En ese encuentro entre dos placas se produce la subducción de una placa por debajo de la otra, ahí está la Fosa del Japón y así se formó el arco de islas volcánicas que es Japón (seguro que todos conoceis el Monte Fuji, el gran volcán del Japón).




Y este es el sino de Japón, las grandes tensiones que se acumulan debido a la fricción entre la placa que intenta subducir por debajo de la otra, se liberan violentamente cada cierto tiempo, en forma de terremotos y maremotos (y también en ocasiones volcanes). Esto fue lo que sucedió el pasado 11 de marzo, cuando al subducir la placa oceánica pacífica por debajo de la placa norteamericana, se produjo un fortísimo terremoto, que duró unos dos minutos, de magnitud 9 en la escala de Richter (una escala que es logarítmica, por cierto, no lineal) y el posterior maremoto unos minutos después (el epicentro estaba bajo el mar, y la propagación de las ondas sísmicas provocó las grandes olas) que arrasó las costas más próximas penetrando tierra adentro varios kilómetros, arrasando casi todo lo que encontró a su paso. Las poblaciones que han sufrido mayores daños eran núcleos más tradicionales, con actividad pesquera o rural, y con la mayoría de las casas de una o dos plantas construidas en madera. Solo quedaron en pie algunos edificios construidos con estructura de hormigón armado (hospitales, algún otro edificio público y pocos más). Por si esto no fuera poco llevan todo el fin de semana padeciendo múltiples réplicas (terremotos de magnitud en torno a 6 grados). El terremoto más fuerte que sentí en mi vida tuvo una magnitud en torno a 5 (recuerdo que era de noche, estaba en la cama, me despertó el ruido y a los pocos segundos el temblor); no sé lo que es un terremoto de magnitud 9, pero creo sinceramente que me aterraría vivirlo.

Lamento muchísimo lo sucedido.














viernes, 11 de marzo de 2011

El precio y los impuestos de la gasolina y el gasóleo

La gasolina y el gasóleo en España están muy caros (más que nunca), hay quien dice que es culpa de los impuestos, y que se deberían bajar para así bajar el precio. Parecen obviar que la culpa de que los carburantes estén tan caros es que el precio del petróleo ha vuelto a subir a precios desorbitados (en torno a los 115 dólares el barril, y esperemos que no suba mucho más).

Y como me gusta saber exactamente cuantos impuestos pagamos en España en los carburantes (porque he oído muchas cifras diferentes en los medios de comunicación), y también quiero saber cuantos impuestos pagan (y cuanto cuesta la gasolina y el gasóleo) en otros países de la Unión Europea, me he puesto a investigar y echar unos números. Para ello me he ido a consultar los datos del Observatorio del Mercado de la Energía de la Comisión Europea, que publica semanalmente el Oil Bulletin en el que aparecen los precios de los diferentes productos derivados del petróleo en los 27 países de la UE (las tablas que acompañan este artículo son capturas del boletín del 7 de marzo de este año). [He resaltado en amarillo la línea correspondiente a España; las dos primeras columnas son gasolina super de 95 octanos y gasóleo de automoción normal -no premium-; las cifras aparecen referenciadas por 1000 litros de carburante y en euros, para poder comparar rápidamente, aunque no todos los 27 países de la UE estén dentro de la unión monetaria; los países aparecen en la lista por orden alfabético].

Veamos primero el precio de la gasolina y del gasóleo antes de impuestos:


Si no he contado mal, y si colocamos los países por orden decreciente, es decir primero los más caros y por último los más baratos, de los 27, España es el 4º país en el precio de la gasolina antes de impuestos y el 6º país en el precio del gasóleo antes de impuestos, es decir, entre los más caros. Y si nos fijamos bien, resulta que, antes de impuestos, el gasóleo es más caro que la gasolina (0,67748 euros/l frente a 0,74659 euros/l).

Veamos ahora los impuestos: en España sobre la gasolina y sobre el gasóleo se aplican tres impuestos, primero el impuesto especial sobre hidrocarburos y el impuesto sobre ventas minoristas (estos dos serían las indirect taxes, o impuestos indirectos, en el boletín), y después el IVA (18%) (VAT en el boletín).

Veamos cuanto son esos impuestos indirectos en los 27 países:


De nuevo en orden decreciente, de los 27, España es el 20º país en los impuestos indirectos de la gasolina y el 20º país en los impuestos indirectos del gasóleo, es decir, entre los más bajos. Como podemos ver los impuestos indirectos del gasóleo son menores que los de la gasolina.


Veamos ahora cual es el IVA en los 27 países:


De nuevo en orden decreciente, de los 27, España es el 24º país en el IVA, es decir, entre los más bajos.

Por último, veamos el precio final de la gasolina y del gasóleo (añadidos todos los impuestos, es decir, el precio de venta en las gasolineras):

Como no, en orden decreciente, de los 27, España es el 18º país en el precio final de la gasolina y el 17º país en el precio final del gasóleo, es decir, entre los más baratos. A pesar de que el precio de los carburantes en España antes de impuestos es de los más caros de la UE, al ser los impuestos que se aplican de entre los más bajos, el precio final consigue mantenerse entre los más baratos de la Unión Europea.

Para formar el precio final de la gasolina y del gasóleo se suma al precio antes de impuestos los impuestos indirectos (por ejemplo, en el caso de la gasolina 0,67748 euros/litro + 0,44263 euros/litro = 1,12011 euros/litro) y sobre esta cantidad se aplica el 18% de IVA (1,12011 + 0,20162 = 1,32173 euros/litro) [error despreciable en el quinto decimal].

Veamos ahora, para terminar, cuánto peso tienen los impuestos (todos) sobre el precio final de la gasolina y del gasóleo. Empecemos por la gasolina, el precio antes de impuestos es 0,67748 euros/litro y el precio final es 1,32177 euros/litro, por tanto los impuestos son 0,64429 euros/litro, es decir, el 48,74% del precio final. En el gasóleo, el precio antes de impuestos es de 0,75659 euros/litro y el precio final es 1,28910 euros/litro, por tanto los impuestos son 0,54251 euros/litro, es decir, el 42,08% del precio final.

Desde luego, en España, no es el 60% como he llegado a oir decir a algunos periodistas, en cierta tertulia televisiva a mediodía, de cierto canal autonómico.

Por cierto, el gasóleo, desde hace muchos años, ha sido gravado con menos impuestos que la gasolina porque se entiende que lo necesitan para su trabajo diversos sectores (taxistas, transportistas, repartidores, autónomos, representantes comerciales, etc).




jueves, 10 de marzo de 2011

El metrobús no existe

Es muy probable que ya lo hayais visto, yo desde luego me he quedado a cuadros cuando me he enterado de que el Consejero de Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, José Ignacio Echeverría (del PP), respondía esta tarde en la Asamblea de Madrid, al diputado Modesto Nolla de la oposición (del PSOE) que el metrobús no existe. El diputado de la oposición recriminaba al Gobierno de la Comunidad de Madrid que en los últimos años el precio del metrobús había subido excesivamente, y apenas suponía ahorro para los usuarios, a lo que el Consejero le respondió: "Yo lo primero que le quería preguntar es ¿Qué título utiliza usted para coger el transporte público? Yo creo que no lo coge nunca, porque el metrobús yo creo que no existe, y entonces, si usted tiene el título del metrobús, ¡pues nos vamos todos!"

El metrobús es el nombre que tiene el bono o billete de 10 viajes, válido tanto para metro como para autobús urbano, en la ciudad (perdón villa) de Madrid (vamos, lo que en otras ciudades se conoce como bonobús); existe desde 1998 y en 2009 se vendieron 23,4 millones de metrobuses (ref). Podeis ver la tarifa actual vigente aquí (9,30 euros desde el 1 de enero de 2011).


Me parece muy sorprendente y decepcionante que el responsable de la Administración competente (el Consejero de Transportes) diga que no existe tal título de viaje. Por cierto, ya que hablamos del metrobús, deberíamos preguntar por qué ha subido tanto [podeis ver en este cuadro elaborado por El País, las subidas del abono mensual, el billete de 10 viajes (metrobús) y el billete sencillo desde el año 2000, y la comparación entre el precio real y el precio que habría tenido si se hubiera aplicado una subida ajustada estrictamente al IPC].


Aquí teneis el vídeo en el que podeis ver el momento en el que dicho Consejero dice lo que dice (y lo peor es que encima le aplauden).




En fin, un error, o un lapsus linguae, lo puede cometer cualquiera, pero oyéndole hablar tan seguro, tan tranquilo, tan decidido y tan alardeante ...

Más allá de la anécdota, desafortunadamente, esta forma de discutir de los políticos españoles (de un partido y del otro) con chascarrillos, sarcasmos, sornas, ironías o reproches es demasiado habitual; ¿tan difícil es hablar y discutir los temas que nos afectan a todos los ciudadanos con tranquilidad?





Balance del sistema eléctrico español en 2010

Ya que se está hablando tanto de energía estos últimos días, me parece interesante ver que tal le ha ido al sistema eléctrico español en el año 2010. Y aunque todavía no se ha publicado el informe definitivo correspondiente a 2010, REE (Red Eléctrica de España) ha colgado en su web el avance del informe (con todos los datos del 2010 hasta el 21 de diciembre)[pdf].

Un año más (y esto es así desde el 2005) el balance energético final, entre la generación de electricidad y el consumo, lanza un saldo neto exportador, es decir, en 2010 España ha generado más energía eléctrica de la que ha consumido (y eso a pesar de que la demanda aumentó un 2,9%, corregidos los efectos de la laboralidad y la temperatura). En abril de 2010 os hablé de que no compramos energía eléctrica a Francia, pues bien, durante todo 2010 el saldo neto de los intercambios con Francia ha sido exportador, y no solo este, el saldo con el resto de países con los que España tiene intercambios también. Es decir, el exceso de energía eléctrica generada en España se ha vendido a Francia, Portugal, Andorra y Marruecos. Por tanto: no solo no compramos electricidad (nuclear) a Francia (como dicen algunos) sino que le vendemos electricidad (renovable).


Respecto a la cobertura de la demanda anual (proporción de cada uno de los sistemas de generación de energía eléctrica del mix energético) los resultados en 2010 han sido los siguientes (entre paréntesis aparecen los datos de 2009 para poder comparar): Nuclear 21% (19%), Hidráulica 14% (9%), Eólica 16% (14%), Solar 2% (2,5%), Resto Régimen Especial 15%, de los que Cogeneración es el 12% y Otras renovables, como la biomasa, es el 3% (13,5%), Carbón 8% (12%), Fuel 1% (1%), Ciclo combinado de Gas 23% (29%). 

[Sistema peninsular]

Los datos son claramente más positivos que en 2009, las energías renovables suponen el 35% de la energía eléctrica consumida, la energía hidráulica aumenta gracias a  que el año ha sido bastante lluvioso (las reservas de agua en los embalses han aumentado) y los sistemas de generación mediante carbón y gas han disminuido notablemente respecto a 2009 (un 34% y un 17%). La energía nuclear se muestra tan estable y constante como acostumbra e incluso mejora ligeramente su aportación al sistema. El sistema eléctrico español ha reducido en 2010 su dependencia energética del exterior. Más renovables y menos combustibles fósiles han contribuido a reducir las emisiones de CO2 del sistema eléctrico un 20% respecto de 2009 (y en 2009 ya había reducido sus emisiones un 21% respecto de 2008). No debemos olvidar que España firmó en 1997 el Protocolo de Kioto, y se comprometió a que sus emisiones en 2012 fueran como máximo un 15% superiores a las de 1990 (el año base). Y además de lo necesario que es controlar las emisiones a la atmósfera de gases de efecto invernadero de origen antropogénico, para contener el calentamiento global, no debemos olvidar tampoco que exceder el límite significa gastar cientos de millones de euros en multas. Sin embargo en 2010 solo se instalaron 1.094 MW eólicos y 540 MW solares y es probable que en 2011 se instalen aún menos debido al recorte en las subvenciones a las renovables (esperemos que los resultados de 2011 no empeoren los de 2010).

El sector eléctrico avanza por el buen camino, pero en el sector transporte (incluidos los coches particulares) y en el sector edificación (incluido el gas para las calefacciones y agua caliente) seguimos siendo excesivamente dependientes, energéticamente hablando, del exterior (el petróleo, para gasolina y gasóleo, y el gas debemos importarlos), y apenas se reducen emisiones (por ejemplo en el sector transporte solo una reducción del 1,5% en los 8 primeros meses de 2010), por lo que es en estos dos sectores donde hay que actuar con decisión y no queda otra más que reducir el consumo.





domingo, 6 de marzo de 2011

Falta petróleo

Hace unos día cayó en mis manos este documento (en inglés). Se trata del Oil Market Report del mes de febrero de la Agencia Internacional de la Energía. Y es que los problemas con el petróleo no vienen solo porque ciertos países exportadores de Oriente próximo y norte de África tengan problemas en las últimas semanas. La propia Agencia Internacional de la Energía, en el WEO-2010 (World Energy Outlook), recogía la posibilidad de que la extracción de petróleo crudo hubiera alcanzado su máximo de producción en 2006 (esto es lo que se conoce como cénit o peak oil). En el informe sobre el mercado del petróleo (OMR) de febrero se pueden encontrar datos como estos.

Se puede ver la gráfica de la demanda mundial de petróleo (en amarillo) y la gráfica de la oferta mundial de petróleo (en verde), además de las reservas mundiales de crudo (las barras de color azul claro). En la segunda mitad de 2010 la demanda de petróleo fue superior a la oferta (lo cual también sucedió varios años atrás a finales de 2007 y principios de 2008. Con más precisión: en el tercer trimestre de 2010 la demanda mundial de petróleo fue de 88,6 millones de barriles de petróleo diarios mientras que la oferta fue de 88,5 millones, y en el cuarto trimestre la demanda fue de 89,3 millones de barriles de petróleo diarios y la oferta fue de 88,2 millones. Es decir, se está consumiendo más petróleo que el que se extrae, concretamente 1,1 millones de barriles diarios más. Se puede ver también como las reservas han decrecido. Y aún no están reflejadas las consecuencias que han tenido sobre la cantidad de petróleo extraído las revueltas en algunos de los países productores (que aparecerán en los datos de 2011). [Se pueden ver estos datos en la tabla 1 que aparece en la página 59 de dicho informe, y que reproduzco debajo].


Siempre se suele pensar que los países exportadores de petróleo adaptan su extracción a la demanda, la cuestión es porqué llevamos varios meses sin que se cubra toda la demanda. Caben pensar dos cosas: o bien los países exportadores no quieren aumentar más la extracción para mantener los precios muy altos, o bien no pueden aumentar la extracción de petróleo tanto como sería necesario (aunque quieran), porque ya no hay más nuevos pozos petrolíferos que explotar (y los que haya, son mucho más complicados y costosos de explotar, -en el Ártico, a gran profundidad bajo el mar- además de tener un petróleo de menor calidad). Es bastante probable que pueda suceder lo segundo, de hecho algunos países exportadores como México y Nigeria han visto reducida su extracción de petróleo en 2010 un 14,3% y un 6% respectivamente. Por cierto, de todo el petróleo que compra España, el 11,3% viene de México y el 10,6% de Nigeria. De Libia, que puede estar casi al borde de una guerra civil (si no lo está ya), viene el 13% del petróleo de España. Y por último Irán, que nos provee de otro 14,6% y en el que también puede estallar una revolución. Estos 5 países suponen la mitad del petróleo que importa España anualmente.

Y el caso es que la demanda de petróleo a nivel mundial parece que seguirá creciendo en 2011. No es extraño que así sea, aunque en Europa disminuirá ligeramente la demanda (nos estamos pasando a energías renovables y a sistemas más eficientes, lentamente, todo hay que decirlo) los países en desarrollo con gran crecimiento económico como Brasil, Rusia, India o China van a demandar mucho más. Solo en China hay algo más de 1.300 millones de personas (más que USA, UE y Japón juntos), en el futuro, a medida que aumente su renta y progreso también querrán comprarse un coche (aunque sea uno pequeñito) e irán consumiendo cada vez más petróleo (por no hablar de su industria que ya consume cantidades ingentes de energía desde ya mismo).

Así que, si hay más demanda de petróleo que oferta (por tanto el precio del barril sube), si hay especuladores que juegan con el precio del petróleo (y de otras materias primas) (por tanto el precio del barril sube aún más), si hay cierto riesgo de que varios de los países que suministran petróleo a España no puedan suministar tanto como hasta ahora y si además todo apunta a que la demanda mundial de petróleo seguirá creciendo, [de nuevo tengo que decir que] no entiendo que se pongan tantas pegas a tomar medidas que supongan ahorro energético, y más concretamente reducción del consumo de petróleo.





sábado, 5 de marzo de 2011

Gasolina y petróleo no son lo mismo

Lectores todos (y por supuesto lectoras, faltaría más) y sobre todo periodistas todos (soy un poco exigente con ustedes, pero ya saben que considero su trabajo importantísimo para la sociedad): no es lo mismo gasolina que petróleo (lo cual es bastante obvio). Digo esto porque acabo de ver en "Diario de la Noche" en TeleMadrid, que parece que no están muy claros los diferentes conceptos y cantidades que se han hecho públicos en los últimos días.

España compra petróleo fuera, pero no todo el petróleo se emplea para obtener gasolina (o gasóleo), aproximadamente el 8% de ese petróleo que tenemos que importar se destina a gasolina, y el 53% se destina a gasóleo, el resto de destina a otros fines (por ejemplo queroseno para aviones, gas butano, fuel o asfalto). [Véase este gráfico elaborado por el diario El País, con datos del 2009 del Ministerio de Industria y de la Universidad Complutense].


Se habla de que al reducir la velocidad de 120 Km/h a 110 Km/h, se reduce de media el consumo de gasolina en un 15% y el consumo de gasóleo en un 11%. Fíjense que se habla de gasolina o de gasóleo, NO de petróleo.

Además se han propuesto otras medidas más de ahorro energético, para, en total, intentar reducir el consumo de petróleo en un 4,75% - 5% (unos 28,6 a 30 millones de barriles de petróleo anuales). Fíjense que se habla de petróleo, NO de gasolina o gasóleo.

¿Notan la diferencia?, una cosa es gasolina y otra diferente petróleo (la gasolina es una parte de la factura de petróleo por decirlo así), y como son cosas diferentes, las cifras son diferentes. Digo esto porque no es que se diga un día que se ahorra un 15% y al día siguiente se diga que se va a ahorrar mucho menos, un 4,75%, NO, es que se habla de productos diferentes. Así que por favor, no nos liemos.

Por cierto, cuanto más caro el petróleo, mayor será el ahorro (monetariamente hablando), [no entiendo por qué en ese mismo diario se dice que el ahorro  "puede esfumarse a medida que suba el petróleo"] vamos a verlo: si se reduce la importación de petróleo en 28,6 millones de barriles anuales, a 115 dólares el barril, se ahorrarían unos 3.289 millones de dólares (28,6 x 115), con el euro a 1,40 dólares, serían al cambio unos 2.349 millones de euros de ahorro. Si el petróleo sube, pongamos a 140 dólares el barril (recordemos que llegó en agosto de 2008 hasta los 147 dólares), esos 28,6 millones de barriles significarían un ahorro de 4.004 millones de dólares (28,6 x 140), con el euro a 1,40 dólares, serían al cambio unos 2.860 millones de euros de ahorro. 

Con cada vez menos petróleo disponible (sí, siento decirlo, pero por si no habían caído en ello hay una cantidad finita de petróleo bajo tierra y la gastamos rapidísimamente), y cada vez más caro, no entiendo que se pongan tantas pegas a ahorrar energía, y a reducir el consumo de petróleo (o mejor dicho, de los diferentes derivados del petróleo). Por cierto, al "quemar" menos petróleo también se reduce la contaminación y las emisiones de CO2.

En fin, yo por el momento ya he constatado que mi coche consume 0,5 l/100Km menos a 110 Km/h que a 120 Km/h.



[Este es el vídeo, disponible en la web de TeleMadrid, del "Diario de la Noche" al que me refiero, medianoche del viernes 4 de marzo].







martes, 1 de marzo de 2011

0,5 l menos respecto de 4,8 es un 10,42 %, no 7,95

Seguro que todos estais al tanto de la reducción temporal del límite de velocidad máxima en las autopistas y autovías españolas anunciada el pasado viernes 25 de febrero (acordado en el consejo de ministros). La velocidad máxima que hasta ahora era de 120 Km/h pasará, temporalmente, a ser 110 Km/h, a partir del 7 de marzo. El objetivo es consumir menos gasolina y gasóleo, y reducir ligeramente el consumo de petróleo de España (que cada día está más caro, y tenemos que importar desde el extranjero). Se estima que se pueden ahorrar unos 1.400 millones de euros en un año con esta medida, con los precios actuales del petróleo (lo ha calculado el IDAE), lo que supone un 5,4 % sobre la cifra gastada en la importación de petróleo en 2010. No se sustituirán las señales, simplemente se colocarán encima unas pegatinas circulares con el 110 (las pegatinas para 6.000 señales costarán 250.000 euros).


Bien,  yo he leído, oído y visto todo tipo de opiniones, a favor y en contra (por el momento las más). Unos dicen que no se va a ahorrar combustible, otros dicen que solo es una medida recaudatoria (más multas por exceso de velocidad), otros dicen que el ahorro será menor de lo que calcula el Gobierno y algunos piden que la reducción de velocidad sea a 100 Km/h (son pocos, pero algunas voces hay: los ecologistas).

No voy a entrar a discutir sobre la opinión de unos o de otros, solo quiero hablar sobre lo publicado por V Televisión, a través de La Voz de Galicia.es. El sábado 26 unos periodistas de ese medio deciden comprobar con un Seat Ibiza TDI, un coche muy habitual en España (un utilitario diésel de precio asequible) la diferencia de consumo en la práctica, en el mismo trayecto, en  una autopista gallega (la AP-9), entre Santiago de Compostela y Padrón. Hacen el trayecto, primero a 120 Km/h,  la computadora del coche indica un consumo de 4,8 l/100Km, después lo hacen a 110 Km/h y la computadora indica en este caso un consumo de 4,3 l/100Km, es decir 0,5 l/100Km menos.


Hay que decir que la prueba no se puede considerar con carácter exacto y científico, pero está razonablemente bien como aproximación. Yo veo un problema, y es que hacen la ida y luego la vuelta, lo más correcto hubiera sido hacer en ambos casos la ida (o en ambos casos la vuelta), tengámoslo en cuenta, pero permitámoselo. Podeis verlo todo en el vídeo siguiente.


La cuestión que más me llamó la atención, y por eso me decidí a escribir este artículo, es que en el texto que acompaña al vídeo (lo he capturado para que quede constancia) dicen que "el consumo se reduce  un 7,95 %, tres puntos menos que lo calculado por el Ejecutivo." El dato es incorrecto. Yo no sé como habrán hecho las cuentas, pero si antes el consumo era de 4,8 litros, y luego el consumo es de 4,3 litros, o sea, 0,5 litros menos, la reducción de 0,5 respecto de 4,8 es un 10,42 %, no ese 7,95 que dicen (y por cierto queda bastante cerca del 11 % que dice el Gobierno).



Por favor, los periodistas deben recordar siempre la gran responsabilidad para con la sociedad que tienen: corrección y veracidad de lo que publican. En fin, yo me quedo con el hecho: sea un poco más o un poco menos (variará según el coche, su peso, su potencia y el trayecto), a 110 Km/h se consume menos (nos guste o no ir más despacio).